Juan Miguel de la Guardia, arquitecto municipal en Oviedo, proyectó para Gijón dos importantes obras. Un edificio de viviendas frente a la playa, en Ezcurdia 16, en el que los rostros de mujer de los balcones son su rasgo más característico. El otro es un palacete de la calle Uría donde actualmente está el hospital de la Cruz Roja.
Ambas destacan por la belleza de sus fachadas.
Segunda planta con caras en los arcos, pilastras y modillones, forjados en el balcón y dibujos al ácido en los cristales del montante |
Balcón de la primera planta con pilastras y rostro de mujer |
Ezcurdia 16 |
Reflejo de la Cruz Roja |
De la Guardia, arquitecto y urbanista, diseñó en Oviedo sus edificios más emblemáticos y planeó el trazado urbano del siglo XIX tal y como lo conocemos. En la calle Uría, Fruela, Argüelles, Pelayo, Conde de Toreno.... podemos ver muchas de sus construcciones, el Palacio de la Diputación, el desaparecido y batallado palacio de Concha Heres y muchas otras que le dan su aire cosmopolita.
La casa de Ezcurdia 16 está integrada en la que se conoce como la manzana de Capua. Posee una cuidada fachada repleta de piezas ornamentales.
Detalle del balcón del primer piso |
Detalles de la cabeza y el ropaje |
Curiosa posición de las volutas y los ropajes |
Modillones centrales del segundo piso. A la derecha ménsula y adorno de cornisa |
Este edificio fue encargado por José de Cima García y proyectado por Juan Miguel de la Guardia en 1894. Consta de cuatro plantas con viviendas, una buhardilla y un sótano que aisla de la humedad.
En la composición de su fachada delantera hay diversos materiales, según el gusto modernista, piedra, madera, hierro, cristal ....
Balcón del segundo piso. A la derecha un adorno vegetal |
Aparecen también en piedra, grecas, cornisas, ménsulas y molduras.
En el proyecto hay miradores sólo en las dos primeras plantas y serían de hierro. Se entiende que al estar frente al mar se sustituyeron con el tiempo por los actuales de madera que tienen poco que ver con esta preciosa fachada.
La parte superior tiene un festón floreado de
azulejos entre piezas de madera |
Los miradores descansan sobre una repisa |
La fachada trasera de galerías está orientada a la parte más soleada y se encuentra muy deteriorada. Da a una ciudadela.
El aumento de la población de Gijón como consecuencia del desarrollo industrial del siglo XIX obligó a construir todo tipo de viviendas. Este es uno de los casos en que las viviendas de los trabajadores se instalaban en patios de manzana compartiendo solar con las de la burguesía.
En el Archivo Municipal de Gijón está el proyecto de Juan Miguel de la Guardia, fechado en 1894, en él se ven los miradores del primero y segundo piso con una factura diferente de la actual.
También está el plano del interior en el que se destina un espacio mínimo al aseo. En esta época el agua corriente en las viviendas era poco frecuente.
Un detalle interesante en la solicitud de licencia de construcción es la referencia a la ubicación, "frente al balneario La Sultana".
El interior de la casa, que estuvo habitada hasta el año 2004, tiene los techos de las habitaciones de cada uno de los pisos decorados con pinturas, todas diferentes. Se conservan en muy buen estado. Se atribuyen al pintor Ventura Álvarez Sala. También un arco muy bonito perforado con dibujos que divide una de las habitaciones italianas que dan a la playa y cristales con dibujos al ácido en los montantes.
Imágenes de portal con el techo decorado y con adornos en los muros |
Antigua puerta. El basamento, igual al de Cruz Roja, imita sillares |
Dibujo de cristal |
Indudablemente es una casa que resiste muy bien sus más de 120 años. Ya quedan pocas. Tiene catalogado tanto el exterior como el interior y esperemos que su rehabilitación no se demore. En su fachada ya se anuncian futuras viviendas. ¡Ojalá las veamos pronto!.
Es otra de las joyas de Gijón que se conservan y que a tantos nos gustan.
Pasear ante esta casa y las cercanas que forman esta manzana de Capua permite volver al Gijón de primeros del siglo XX. Es el único frente de la playa que, increiblemente, se libró de la especulación y resiste como muestra de un paseo del Muro desaparecido.
Leo en el periódico La Nueva España de 9 de julio de 2000 un artículo de M. Castro en el que dice " el edificio...promovido a finales del siglo XIX por José Cima García, alcalde de Oviedo, como casa de veraneo frente al balneario de La Sultana, en la playa. Fue residencia del músico Julián Orbón"
Actualización del 12 de julio de 2017. Atendiendo a Quique Menéndez retiro del texto el término "martillo de Capua". Él, que vivió en esta casa durante 10 años, insiste en que denominarlo "martillo" contribuye a la creencia de que obstaculiza la configuración del Muro. Hasta los años 50 las manzanas colindantes se hallaban alineadas con ésta. El afán especulativo extendió la idea de que su derribo y posterior retranqueo favorecerían a la playa. El resultado fueron los espantosos bloques de la fachada marítima, una vía con densidad de tráfico y la pérdida de sol en el muro.
La manzana de Capua sobrevivió.
La casa del muro. Cuantos recuerdos
ResponderEliminarEs verdad, esta casa trae recuerdos. Tiene además una fachada preciosa y el Muro sería diferente sin esta manzana.
ResponderEliminarY tantos...
ResponderEliminarSólo un apunte. Rechazar la denominación de "martillo de Capua", forma peyorativa acuñada por el desarrollismo gijonés, que propugnaba su demolición mientras guardaba silencio sobre la barbarie arquitectónica de La Arena.
Algo así como Cantil de Capua sería mucho más propio ;-)
Gracias por tu sugerencia Quique. Retirado el término martillo y añadida una explicación posterior. Un abrazo
EliminarHoy mismo he visto instalado en la acera el arranque de un andamio. ¿Será el comienzo de su restauración? Hace meses ya que está anunciada. Espero hagan honor a la obra de Juan Miguel de la Guardia.
ResponderEliminar¡Ojalá Enrique, esperemos que así sea!. Hace meses que alguna de las ventanas del primero aparecían abiertas con el consiguiente deterioro de las pinturas. Bienvenida sea su rehabilitación y, crucemos los dedos, esperemos que hagan justicia a lo poco que tenemos de este genial arquitecto. Un saludo.
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