En Cimadevilla, Cimavilla o el barrio alto... se encuentra el origen de la ciudad actual de Gijón. Un barrio que, gracias a la profunda recuperación de las últimas décadas, hace posible uno de los recorridos urbanos más completos de la historia local.
Un paseo por Cimadevilla da a conocer calles y plazoletas del antiguo barrio marinero, casas con pasado noble de navieros, intelectuales y aristócratas, capillas de gremios, restos de murallas romanas, puestos defensivos cara al mar y un circuito alrededor del Cerro de Santa Catalina cuyo trazado discurre por los dos bordes marítimos.
EL BARRIO MARINERO
Fachadas posteriores de edificios de la plaza del Marqués vistas desde un rincón de la calle Recoletas |
Casa de la plaza de la Soledad. A la derecha una casa tan estrecha en la calle Rosario que parece medir la longitud de un remo. Eso dicen |
Plaza del periodista Arturo Arias. A la derecha escaleras hacia la antigua Tabacalera |
Dos imágenes de la calle Atocha. Escalera adosada típica en el barrio
Edificio de cuatro lados exentos. Por delante da a la plaza Arturo Arias y por detrás a la calle Vicaría. Su entrada es la escalera exterior y puerta antigua partida. En la parte de atrás tiene un mojón que protege la esquina |
Una casa entre dos muros cortafuegos que evitaban la propagación de incendios en las plantas de madera |
Uno de los muchos rincones que quedaban al adaptarse la construcción a la forma del terreno |
La actual torre del reloj se construyó en 1989 sobre los restos de la muralla romana. Es una recreación de la antigua torre, demolida en 1911, que ocupó primero el Ayuntamiento y después la cárcel.
Actualmente es el Archivo Municipal. Custodia una parte importante de la documentación histórica de la ciudad, dispone de una hemeroteca y una fototeca, sala de consultas y una pequeña muestra museística.
El relieve y forma del Cerro de Santa Catalina y su orientación al mar condicionó la edificación que tuvo que amoldarse al terreno y protegerse del frío. No se puede olvidar que el Cerro es una pequeña península. Por eso cuando paseamos por el barrio es fácil tropezar con las soluciones constructivas que resolvían los problemas de su configuración abigarrada y en cuesta.
Hay mojones en las esquinas que protegían de los golpes de las carretas, muros de contención para resguardar las viviendas que quedaban bajo el nivel de las calles que subían al Cerro, escaleras que salvaban desniveles, anchas medianeras de piedras que separaban las casas.
Escalera entre la calle Oscar Olavarría y la plaza de la Corrada |
Muro al final de la calle Eladio Verde. Subida a La Atalaya |
Calle Rosario con dos plazas a su izquierda. La Corrada, donde se celebraron las primeras corridas de toros, y el ensanche final de la misma calle Rosario |
Junto a la Rula, que así se llamó siempre en Gijón a la lonja, están las rampas en las que recalaban las lanchas con la pesca. Hombres y mujeres la metían en las cajas para rular, la acompañaban con el hielo de su fábrica y, una vez subastada, la llevaban a las bodegas situadas por encima de la cuesta del Cholo y en la plaza de la Soledad.
La Rula y sus alrededores donde se concentraron durante siglos las faenas marineras es actualmente una zona de ocio con bares y terrazas, punto de reunión de gente de todas las edades.
Entre los muchos libros que hablan de Cimadevilla y la vida marinera, hay uno de fotos del año 1984, Andar y ver Cimadevilla de José A. López Urrutia y Emilio Cueto Pérez. En él se puede constatar el cambio radical del barrio.
En los últimos veinticinco años han desaparecido prácticamente todas las huellas de la actividad pesquera y ha pasado a convertirse en un barrio en que abundan los restaurantes, terrazas, bares y sidrerías. En verano es una cita ineludible. En invierno empieza a serlo.
Pero eligiendo las horas de acuerdo al gusto de cada cual este obligado paseo resulta interesante y muy entretenido.
Esta es una Cimadevilla, falta la otra, la de las grandes casonas, capillas, puestos militares, restos romanos....
Para otro día.
Pero eligiendo las horas de acuerdo al gusto de cada cual este obligado paseo resulta interesante y muy entretenido.
Esta es una Cimadevilla, falta la otra, la de las grandes casonas, capillas, puestos militares, restos romanos....
Para otro día.
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Vuestras opiniones, observaciones, sugerencias.... siempre son bienvenidas.
Este blog tuyo ya es de lo más internacional. Llora como un crío un amigo que vive en Venezuela ... Mil gracias de parte de todos querida Gres.
ResponderEliminarMe alegro que me lo cuentes. Saber que desde tan lejos alguien sigue el blog es una buena noticia. Un abrazo Belén.
EliminarMuy bueno el blog, precisamente llegue a el buscando informacion sobre "la casa del balconin" de Cimavilla por que en ella nacio mi padre que ahora esta sepultado en Venezuela pero era playu de pura cepa, el asunto surgio de que estoy restaurando unas cintas de video de 1986 y en una de ellas sale esa casa en ruinas pero tiene mucho parecido con una de las que aparecen en tus fotos, a pesar de los vueltas que da la vida creo que no debemos olvidar de donde venimos.
EliminarAnónimo, si me dices en qué casa nació tu padre seguro que tengo más fotos. Por "la casa del balconín" no se me ocurre cual puede ser. En cualquier caso me alegro mucho que la hayas encontrado en mi blog. Y totalmente de acuerdo en lo importante que es no olvidar de dónde venimos. Un abrazo
EliminarDespues de mucho tiempo por fin consegui digitalizar los videos que mi padre hizo por Gijon, y cuando tomo imagenes de la casa en que nacio y que la llamaba "la casa del balconin" justo en frente habia una esquina con un cartel que decia "marinos" creo que era un bar que al dia de hoy no se si existira
EliminarSi me dices qué foto es la que te recuerda a la casa en que nació tu padre,a lo mejor te puedo contar alguna cosa más. Un saludo.
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