Desde que el cerro de Santa Catalina por su ladera oeste está poblada por gentes de mar su orilla costera ha sido abrigo y refugio de embarcaciones.
Con el paso de los siglos este pequeño muelle con paredones de escasa solidez no ha cesado de protegerse con muros, espigones y escolleras, destruidos una y otra vez por los temporales y embates marinos.
Dársena antigua, actualmente parte del puerto deportivo. Al fondo edificio que fue Aduana en el siglo XIX, Rula (lonja de pescado) en el XX y Servicios de la Autoridad Portuaria en el XXI |
Dársena antigua. A la derecha el paseo del muelle y la rampa de la Colegiata, al fondo la rampa de la Rula |
Julio Somoza da cuenta de la batalla contra el mar en Cosiquines de la mio quintana durante los siglos XVIII-XIX y deja una minuciosa reseña de obras y destrozos del muelle local. Una de estas obras fue la construcción entre 1860 1870 del dique de Lequerica, llamado Dique de Santa Catalina, con el que se consiguió de una vez por todas proteger el puerto.
También en estos años se levanta a instancias de Anselmo Cifuentes, fundador de La Industria, más conocida como Fábrica de Cristales, un pequeño dique sobre arcadas frente al de Lequerica que cobijaría el muelle Victoria o Muellín.
Cartografía Histórica de Gijón, 1998. En el plano se ve la dársena y el dique de Santa Catalina que arranca de la Atalaya y que como rompeolas defendía el muelle de Gijón |
Dique de Santa Catalina, rompeolas o de Liquerique desde la Rula |
El antepuerto visto desde lo alto del dique de Santa Catalina. Uno de los mejores paseos en cualquier época y hora del año es el del rompeolas en dirección a la Punta Liquerique |
Durante todo el siglo XIX y primera parte del XX el muelle fue el núcleo de la importación y exportación de la industria regional. De aquí salía el carbón que llegaba en tren desde las cuencas mineras, se cargaban los cañones y artillería pesada de la fábrica de Trubia para las colonias, se exportaban los productos agrícolas y manufacturados como manzana, avellana, sidra, jabón, vidrio... en dirección a Europa y América, se descargaba la madera traída de Galicia para el entibado de las minas, construcción y manufactura maderera y un largo etcétera de mercancías que entraban y salían por el mar.
Avanzado el siglo XIX el tráfico marítimo era de tal magnitud que las posibilidades del muelle local como puerto de Asturias resultaban claramente insuficientes.
Ante la creciente necesidad de ampliación portuaria se concede licencia en 1878 a la Sociedad de Fomento de Gijón para la explotación de la parte occidental del muelle, es decir, la playa de Pando.
Esta nueva obra para el aprovechaminento portuario dará lugar a un aumento notable del transporte marítimo, tanto de mercancías como de pasajeros.
Se autoriza a esta empresa el relleno de la zona situada en la rompiente de la playa de Pando. Aquí se construirán un largo dique en curva que hoy identificamos por estar su extremo ocupado por Talasoponiente y un espigón central donde se instalarán almacenes, dependencias portuarias y muelles de carga y descarga. Aparecerán dos nuevas dársenas, la de Fomento y la del Fomentín.
Dársena y muelle del Mar de Pando o Fomentín |
Dársena de Fomento. Al fondo se ve el dique que hoy cierra parte de la playa de Poniente y sobre el que se construyó el balneario de Talasoponiente |
Todos estos muelles mantuvieron una intensa actividad humana y empresarial paralela a la transformación económica de Asturias hasta bien entrado el siglo XX. El enorme ajetreo portuario de barcos, mercancias y pasajeros durante dos siglos trajo a Gijón la presencia de casi cuarenta empresas consignatarias de buques que gestionaban los trámites aduaneros, control de cargas y descargas, flete de barcos, permisos de atraque, asistencia al pasaje y tripulaciones, repostaje y toda la actividad terrestre de las navieras.
Los paseos por esta parte de Gijón para cualquier persona observadora sorprenden una y otra vez con los rastros que la intensa vida portuaria dejó.
CAÑONES
Los más fáciles de ver son los cañones utilizados como bolardos de amarre. Los hay de diferentes tipos y se usaban por cualquiera de sus extremos.
Casa de las Piezas. En la placa dice: "Cañón del S.XVIII, cedido por la Autoridad Portuaria de Gijón, utilizado como bolardo en el Dique de Sta. Catalina desde 1864 hasta 1997" |
Extremo del Dique de Santa Catalina, cerca de la Punta Liquerique, donde estaba la grúa de carga y descarga de los cañones de la Fábrica de Trubia. Aneriormente a su carga se probaban en el Cerro de Santa Catalina |
Dique de Santa Catalina y grúa para los cañones |
Los cañones para el amarre de los barcos se pueden ver a lo largo del paseo desde Liquerique hasta el fondo del espigón de la dársena. Hay casi 25.
En Liquerique, en las rampas, frente a la Casa de Prácticos, en los espigones de la Rula y de la Dársena.... También se conservan partes de otros incrustadas en el suelo.
NORAYS
Se conoce como noray al poste de hierro fundido que anclado al suelo en el borde de los muelles sirve para atar las cuerdas y calabrotes que sujetan los barcos atracados. Entre los marineros se conocían como morrones. Así los llaman Dionisio Viña o Victor Labrada.
Muchos de los que se consevan en el muelle tienen grabado el nombre de la fundición de la que proceden. Se conservan cerca de una treintena sin contar los de Fomento.
BOLARDOS DE FOMENTO
Los bolardos de los muelles de Fomento llevan grabada la marca de la empresa. Se encuentran en el dique curvo, detrás de Motonaútica y junto a Talasoponiente.
A la izquierda un noray de 1884 y a la derecha de 1883 |
Extremo del Dique de Fomento. Un noray de forma clásica y un bolardo de Fomento con las letras gastadas |
OTROS RESTOS PORTUARIOS
El cambio de usos y las continuas obras del muelle han hecho desaparecer casi todo vestigio de puerto de mercancías y de puerto pesquero. Pero fue su conversión en puerto deportivo lo que definitivamente sepultó casi toda huella de su vida anterior.
No obstante, quienes curiosean, toman el sol, vigilan las mareas, se paran a ver el movimiento de las embarcaciones y lo hacen mirando alrededor tropiezan con señales que nos dan pistas del pasado.
Dos grandes mojones y dos cañones de amarre. Espigón de la dársena antigua en el que estaba el muelle del carbón |
Saliente que conserva muescas de antiguos carriles. entre el muelle del carbón y el Fomentín |
Extremo circular de los raíles por los que iba y venía una grúa. Aquí giraba para el cambio de sentido. Liquerique. Derecha, aros de alguna máquina de las que poblaron el muelle. Liquerique |
Escalera antigua y argolla. Muellín |
Argolla grande. Rampa de la rula |
Argollas de amarre para el atraque de los pesqueros que descargaban detrás de la Rula |
Maderas encajadas en los huecos que se dejan entre sillares para obras y tinglados de madera |
Restos de maderas . Muelle Victoria o Muellín |
Escalera encastrada cuya losa superior la oculta. Liquerique |
Hueco dejado por una escalera. Dársena |
Esta entrada se fue haciendo a partir de una fotografía que me envió Rufo, un avistador de aves de paso que echa horas en la playa junto a César, otro ojeador de gaviotas anilladas. Gracias desde aquí a Rufino por el bolardo de Fomento.
Me auxiliaron como siempre los grandes de la historia local, Julio Somoza, Rendueles Llanos, Bonet, Labrada.... Y con las fotos, la recopilación de Juanele y mi propia cámara.
También utilicé una de las estupendas obras de la Fundación Municipal de Cultura, Educación y Universidad Popular que durante dos décadas nos proporcionó publicaciones muy interesantes. En el año 1998 fue un almanaque con láminas de la Cartografía Histórica de Gijón. Una joya que utilizo con frecuencia.
Mientras componía la entrada fui muchas veces al muelle a mirar y rastrear. Casi siempre hay nuevos hallazgos y si no, solo por el placer de disfrutar del color de este magnífico otoño, merece la pena el paseo.
Os lo recomiendo. Seguro que encontráis más señales.
Actualización del 21 de noviembre de 2017
Foto realizada el octubre pasado. En ella se ve con claridad la configuración del muelle. Los espigones siguen con el mismo trazado que en el siglo pasado. También se ven las dos playas y los pantalanes en el interior del actual puerto deportivo.
Actualización del 21 de noviembre de 2017
Foto realizada el octubre pasado. En ella se ve con claridad la configuración del muelle. Los espigones siguen con el mismo trazado que en el siglo pasado. También se ven las dos playas y los pantalanes en el interior del actual puerto deportivo.