domingo, 24 de diciembre de 2017

Edificios del Muelle I

   El muelle de Gijón conserva en primera línea de mar varios edificios que desempeñaron un papel importante en el entramado portuario. 
   El trayecto que hay entre el dique de Santa Catalina y los Jardines de la Reina permite ver algunos que se dedicaron a actividades industriales, mercantiles y administrativas relacionadas con el mar durante los siglos XIX y XX.
A la izquierda está la Casa de los Prácticos, a continuación junto a la escalera hacia el cerro, la Autoridad Portuaria y Sanidad exterior
   En el arranque del rompeolas se encuentra la Casa de los Prácticos. Su elevada posición le ofrece visibilidad sobre alta mar y sobre la entrada del puerto.  
   Fue construida para estancia de los prácticos del puerto, equipo de marinos mercantes responsables de las maniobras de aproximación de los barcos y de su atraque en las dársenas. Cuando los prácticos se trasladaron a El Musel en los años ochenta la casa quedó para uso de la Cruz Roja del Mar. 
Casa de los Prácticos. A la izquierda la Casa de las Piezas en la subida al Cerro de Santa Catalina. 
   Está encaramada en un alto pedestal de sillares de piedra situado dentro del mar. Dispone de un mirador en su cara norte.  
     Fue construida hacia 1922  por el maestro de obras José García Prendes, según aclara Héctor Blanco en su Arquitectura sin arquitectos en Asturias. 
     Su imponente base está atravesada por un túnel que comunica la escalera lateral con el paredón exterior del rompeolas, junto a la boca de uno de los colectores antiguos. 
     Es un edificio sin rasgos decorativos pero que despierta gran curiosidad cuando las olas se estrellan contra él.  







                      AUTORIDAD PORTUARIA, ANTIGUA JUNTA DE OBRAS DEL PUERTO

En la foto se ve la forma original del edificio. Constaba de un cuerpo central
de más altura y dos laterales. La ampliación que se hizo a su izquierda lo desfiguró para siempre
Una de las preciosas
rejas que protegen la
planta baja
En  una de las ventanas inferiores estuvo instalada
durante años una pequeña estación meteorológica
a la que se iba a ver la previsión del tiempo









    La fachada de ladrillo visto mejora con el contorno de huecos, repisas, ménsulas, etc. en tono claro. También merecen atención la forja de rejas y balcones. 
   Se construyó en las primeras décadas del siglo XX para oficinas y almacenes de la Junta de Obras del Puerto, organismo que gestiona el puerto, hoy Autoridad Portuaria con sede en El Musel. Actualmente se encuentra a la venta. 
Foto hecha en torno a 1918. La planta baja perdió su simetría tras numerosas modificaciones. A la derecha se ve la Cuesta del Cholo y un edificio aun existente.  

EDIFICIO DE LA RULA


    El industrial Anselmo Cifuentes, propietario de la Fábrica de Vidrios Cifuentes, Pola y Cía. (Fábrica de Cristales), fue el promotor en 1871 del dique Victoria. Desde este muelle se exportaban sus productos. Va adosado al espigón de la vieja dársena y está soportado por una larga arcada. Sobre el dique se construyó un edificio para la Aduana.

     En 1926 la Unión de Armadores de Buques Pesqueros obtiene la concesión del edificio aduanero para su explotación como Rula de pescado. Aquí se subastó hasta 1986.  
En la foto se ve la construcción original de la Aduana. A la izquierda las chimeneas de los vapores atracados en el muelle Victoria
Foto de J. Thomas en la que ya se ve el cuerpo central de la Aduana ya convertida en la Rula y enfrente las embarcaciones de bajura 


                           SANIDAD EXTERIOR Y CENTRO DE VACUNACIÓN INTERNACIONAL

   Este centro es responsable de las vacunas y medidas sanitarias anteriores y posteriores  a los viajes internacionales a determinados países. 
El Centro de vacunación internacional está construido delante del paredón de la subida a Cimadevilla   
El paredón del Tránsito de las Ballenas continúa por detrás 
de Sanidad y en él se conservan las antiguas escaleras 
al muelle 


                                CUESTA DEL CHOLO Nº1 Y EFECTOS NAVALES "EL ÁNCORA"

    Este curioso edificio fue proyectado por Miguel García de la Cruz en el año 1907. Fue propiedad del armador valenciano Miguel Pérez Meraldini  a cuya familia perteneció durante décadas. En la planta baja, junto al muro de la Cuesta del Cholo, estuvo el almacén de aperos de su flotilla pesquera. El resto del espacio lo ocupaba un comercio de efectos navales. La incesante actividad portuaria requería de todo tipo de aparejos y mercancías para la navegación por lo que alrededor del muelle florecieron los negocios de esta clase de suministros.     


     Actualmente hay un local hostelero cuya entrada se adorna con la campana que desde el tejado de la Rula sonaba para anunciar la llegada de la pesca.  
La casa mantiene su hechura original pese al cambio de los miradores en los años cuarenta. La estrechez de los huecos y las ménsulas le dan cierto aire de fortaleza. 
En primer plano se ve un cañón usado como bolardo y un reloj de 1922 instalado por la Junta de Obras del Puerto  
Todas las ventanas tienen un dintel de ladrillo y
adornos cerámicos a los lados
Sobre el arco de ladrillo de la entrada se ve la campana de la Rula 
Tonalidad que presenta la fachada en cualquier atardecer soleado
  En la fotografía se ven los jardines que había en el lugar ocupado desde 1948 por la Comandancia de Marina.


   En el lado opuesto al de la foto estuvo la garita de la Guardia Civil hasta los años cincuenta.


 La fachada lateral,  tapada hoy por la Comandancia, es diferente a las otras tres. Sus canecillos bajo las cornisas, dice Héctor Blanco en Miguel García de la Cruz. Arquitecto, es uno de los elementos que contribuyen a su aspecto medieval .  


   La fotografía pertenece a la Colección del Padre Patac y está hecha en torno a 1925. En ella se ven los miradores originales.



    Que esta casa es de primeros del siglo XX lo atestiguan las columnas de hierro que se ven en el local Habana con la inscripción de la Fundición Riera. 
Riera, Menéndez y Cía   Gijón   La Calzada
Local del Habana, antiguo 
almacén de efectos navales 
El Ancora












   
   Leo en el artículo de J.M. Ceínos en La Nueva España "Cuando la Constructora hacía barcos" (diciembre 2009) que el astillero de Riera Menéndez y Cía se construyó en La Calzada en 1902 en pleno desarrollo industrial. Estas instalaciones navales disponían de hornos de fundición en las que se fabricaban piezas de hierro que aún se conservan, farolas, bancos, columnas... y que permiten aproximarnos a la fecha de su fabricación.     

                                               COMANDANCIA DE MARINA 

La Comandancia de Marina de 1948 tiene el estilo de los edificios barco. Rotonda de esquina a modo de proa, ventanas de ojo de buey, mirador elevado como un faro, barrotes tubulares... 
  La Comandancia de Marina está representada en la ciudad desde 1800. Tuvo su primera sede en la calle Marqués de San Esteban hasta que en la Guerra Civil pasó al edificio racionalista del arquitecto Manuel del Busto en la plaza del Parchís, en el que permaneció hasta 1948. 
   Alberga las oficinas y viviendas de la comandancia naval. A este organismo le compete la atención a los buques de guerra que atracan en Gijón así como lo relacionado con el tráfico costero en coordinación con otras administraciones civiles y militares. 
   
   Continuando hacia los Jardines de la Reina pasamos ante la escalera presidida por el busto del héroe de Abtao, Don Claudio Alvargonzález, marino gijonés que da nombre a la calle. En lo alto, la capilla de La Soledad patrona del gremio de pescadores. 

Pero aún quedan edificios fundamentales en el viejo puerto como las navieras Olavarría y Paquet. 

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domingo, 15 de octubre de 2017

El Muelle

    Desde que el cerro de Santa Catalina por su ladera oeste está poblada por gentes de mar su orilla costera ha sido abrigo y refugio de embarcaciones. 
    Con el paso de los siglos este pequeño muelle con paredones de escasa solidez no ha cesado de protegerse con muros, espigones y escolleras, destruidos una y otra vez por los temporales y embates marinos. 
Dársena antigua, actualmente parte del puerto deportivo. Al fondo edificio que fue Aduana en el siglo XIX, Rula (lonja de pescado) en el XX y Servicios de la Autoridad Portuaria en el XXI
Cartografía Histórica de Gijón, 1998. Fundación Municipal de Cultura, Educación y UP, Ayuntamiento de Gijón. La pequeña villa agrupada al oeste del cerro aparece con su dársena. Los arenales de los lados serán, un siglo más tarde, la playa de San Lorenzo a la izquierda y la playa de Pando a la derecha. Ésta última sucumbirá ante la expansión del muelle y el desarrollo industrial del oeste  
Dársena antigua. A la derecha el paseo del muelle y la rampa de la Colegiata, al fondo la rampa de la Rula
   Julio Somoza da cuenta de la batalla contra el mar en Cosiquines de la mio quintana durante los siglos XVIII-XIX y deja una minuciosa reseña de obras y destrozos del muelle local. Una de estas obras fue la construcción entre 1860  1870 del dique de Lequerica, llamado Dique de Santa Catalina, con el que se consiguió de una vez por todas proteger el puerto.
   También en estos años se levanta a instancias de Anselmo Cifuentes, fundador de La Industria, más conocida como Fábrica de Cristales, un pequeño dique sobre arcadas frente al de Lequerica que cobijaría el muelle Victoria o Muellín.
Cartografía Histórica de Gijón, 1998. En el plano se ve la dársena y el dique de Santa Catalina que arranca de la Atalaya y que como rompeolas defendía el muelle de Gijón 
Dique de Santa Catalina, rompeolas o de Liquerique desde la Rula

El antepuerto visto desde lo alto del dique de Santa Catalina. Uno de los mejores paseos en cualquier época y hora del año es el del rompeolas en dirección a la Punta Liquerique
Espigón con arcadas que constuye Anselmo Cifuentes y que separa el antepuerto y la dársena. Sobre él la Rula donde atracaban los pesqueros. Desde los años 80 del siglo XX se descarga y se rula en el puerto exterior de El Musel 
    Durante todo el siglo XIX y primera parte del XX el muelle fue el núcleo de la importación y exportación de la industria regional. De aquí salía el carbón que llegaba en tren desde las cuencas mineras, se cargaban los cañones y artillería pesada de la fábrica de Trubia para las colonias, se exportaban los productos agrícolas y manufacturados como manzana, avellana, sidra, jabón, vidrio... en dirección a Europa y América, se descargaba la madera traída de Galicia para el entibado de las minas, construcción y manufactura maderera y un largo etcétera de mercancías que entraban y salían por el mar.
   Avanzado el siglo XIX el tráfico marítimo era de tal magnitud que las posibilidades del muelle local como puerto de Asturias resultaban claramente insuficientes. 
   Ante la creciente necesidad de ampliación portuaria se concede licencia en 1878 a la Sociedad de Fomento de Gijón para la explotación de la parte occidental del muelle, es decir, la playa de Pando.  

Playa de Pando con la caseta real al fondo en 1858, año de la visita de Isabel II a la ciudad. Por entonces no se utilizaba la playa de San Lorenzo al ser mar abierto y más peligrosa que este recogido arenal. Tras el paredón asoman los mástiles de los muchos barcos que ya colapsaban la dársena. También se ve la Tabacalera, la Colegiata, la vieja Torre del Reloj y, a la derecha, la torre de San Pedro
Cartografía Histórica de Gijón. En el plano se ven las nuevas construcciones del puerto local, el dique de Fomento, el espigón central y, sobre todo, la total ocupación del arenal oeste por indutrias, talleres, astilleros y todo tipo de instalación fabril 
     Esta nueva obra para el aprovechaminento portuario dará lugar a un aumento notable del transporte marítimo, tanto de mercancías como de pasajeros. 
     Se autoriza a esta empresa el relleno de la zona situada en la rompiente de la playa de Pando. Aquí se construirán un largo dique en curva que hoy identificamos por estar su extremo ocupado por Talasoponiente y un espigón central donde se instalarán almacenes, dependencias portuarias y muelles de carga y descarga. Aparecerán dos nuevas dársenas, la de Fomento y la del Fomentín.
Dársena y muelle del Mar de Pando o Fomentín
Dársena de Fomento. Al fondo se ve el dique que hoy cierra parte de la playa de Poniente y sobre el que se construyó el  balneario de Talasoponiente
En esta fotografía tomada desde las escaleras de la Comandancia de Marina se ven los extremos de casi todos los espigones. A la derecha el que cierra la dársena y detrás el de arcadas del Muellín. A la izquierda el espigón de la dársena antigua, el del Fomentín y al fondo el extremo del dique de Fomento. Un poco más lejos aparece la escollera de la playa de Poniente
El espigón entre la dársena antigua y el Fomentín era el muelle del carbón al que llegaban las vagonetas desde el Ferrocarril de Langreo. Aquí estaban los drops, unos castilletes de madera en los que entraban los vagones, avanzaban hasta situarse sobre los barcos y descargaban desde la altura 
   Todos estos muelles mantuvieron una intensa actividad humana y empresarial paralela a la transformación económica de Asturias hasta bien entrado el siglo XX. El enorme ajetreo portuario de barcos, mercancias y pasajeros durante dos siglos trajo a Gijón la presencia de casi cuarenta empresas consignatarias de buques que gestionaban los trámites aduaneros, control de cargas y descargas, flete de barcos, permisos de atraque, asistencia al pasaje y tripulaciones, repostaje y toda la actividad terrestre de las navieras. 

   Los paseos por esta parte de Gijón para cualquier persona observadora sorprenden una y otra vez con los rastros que la intensa vida portuaria dejó.


       CAÑONES


   Los más fáciles de ver son los cañones utilizados como bolardos de amarre. Los hay de diferentes tipos y se usaban por cualquiera de sus extremos. 


Casa de las Piezas. En la placa dice: "Cañón
del S.XVIII, cedido por la Autoridad Portuaria
de Gijón, utilizado como bolardo en el Dique de
Sta. Catalina desde 1864 hasta 1997"

Extremo del Dique de Santa Catalina, cerca de la Punta Liquerique, donde estaba la grúa de carga y descarga de los cañones  de la Fábrica de Trubia. Aneriormente a su carga se probaban en el Cerro de Santa Catalina 
Dique de Santa Catalina y grúa para 
los cañones




   Los cañones para el amarre de los barcos se pueden ver a lo largo del paseo desde Liquerique hasta el fondo del espigón de la dársena. Hay casi 25. 

     En Liquerique, en las rampas, frente a la Casa de Prácticos, en los espigones de la Rula y de la Dársena.... También se conservan partes de otros incrustadas en el suelo. 


                                                                                                                                                                                                         NORAYS 

     Se conoce como noray al poste de hierro fundido que anclado al suelo en el borde de los muelles sirve para atar las cuerdas y calabrotes que sujetan los barcos atracados. Entre los marineros se conocían como morrones. Así los llaman Dionisio Viña o Victor Labrada.
    Muchos de los que se consevan en el muelle tienen grabado el nombre de la fundición de la que proceden. Se conservan cerca de una treintena sin contar los de Fomento.
Tres morrones o norays frente a la Junta de Obras del Puerto. Se observa cómo la pieza penetra en profundidad. La parte invisible entra tierra adentro para que su agarre al suelo le permita soportar los tirones de los barcos. Detrás se ve una escala vertical que no va encastrada como las antiguas. También está la proa de una lancha instalada como un balcón sobre el mar y que tiene gran aceptación como marco fotográfico estilo Titanic


Sello de la Fundición Laviada y Cia., fábrica
 que tuvo su actividad en la Avda. de Potugal
hasta la segunda mitad del siglo XX

A la izquierda un noray con una cadena para 
uso de lanchas que no atracan en los pantalanes 




Sello de Cifuentes & Stoldtz y Cía. Fundición
creada en 1866 en la plaza del 6 de agosto,
en 1877 pasa al Natahoyo y en 1940 se une a 
los Astilleros de Duro Felguera. 
A la derecha una serie de norays de la 
misma fundición frente a la dársena antigua 























                                                     
                                                      BOLARDOS DE FOMENTO 

    Los bolardos de los muelles de Fomento llevan grabada la marca de la empresa. Se encuentran en el dique curvo, detrás de Motonaútica y junto a Talasoponiente.



A la izquierda un noray de 1884 y a la
derecha de 1883 

Extremo del Dique de Fomento. Un noray de forma clásica y un bolardo de Fomento con las letras gastadas

                                                   OTROS RESTOS PORTUARIOS

   El cambio de usos y las continuas obras del muelle han hecho desaparecer casi todo vestigio de puerto de mercancías y de puerto pesquero. Pero fue su conversión en puerto deportivo lo que definitivamente sepultó casi toda huella de su vida anterior.

   No obstante, quienes curiosean, toman el sol, vigilan las mareas, se paran a ver el movimiento de las embarcaciones y lo hacen mirando alrededor tropiezan con señales que nos dan pistas del pasado.
Dos grandes mojones y dos cañones de amarre. Espigón de la dársena antigua en el que estaba el muelle del carbón 



Saliente que conserva muescas de 
antiguos carriles. entre el muelle del carbón
y el Fomentín  

Extremo circular de los raíles por los que 
iba y venía una grúa. Aquí giraba para el 
cambio de sentido. Liquerique.
Derecha, aros de alguna máquina de las 
que poblaron el muelle. Liquerique 





















Escalera antigua y argolla. Muellín



Argolla grande. Rampa de 
la rula















Argollas de amarre para el atraque de los pesqueros que descargaban detrás de la Rula
Maderas encajadas en los huecos
que se dejan entre sillares para
obras y tinglados de madera



Restos de maderas . Muelle Victoria o
Muellín

















Escalera encastrada cuya losa
superior la oculta. Liquerique

Hueco dejado por una escalera. Dársena




















      Esta entrada se fue haciendo a partir de una fotografía que me envió Rufo, un avistador de aves de paso que echa horas en la playa junto a César, otro ojeador de gaviotas anilladas.  Gracias desde aquí a Rufino por el bolardo de Fomento. 

   Me auxiliaron como siempre los grandes de la historia local, Julio Somoza, Rendueles Llanos, Bonet, Labrada.... Y con las fotos, la recopilación de Juanele y mi propia cámara.
También utilicé una de las estupendas obras de la Fundación Municipal de Cultura, Educación y Universidad Popular que durante dos décadas nos proporcionó publicaciones muy interesantes. En el año 1998 fue un almanaque con láminas de la Cartografía Histórica de Gijón. Una joya que utilizo con frecuencia.  

     Mientras componía la entrada fui muchas veces al muelle a mirar y rastrear. Casi siempre hay nuevos hallazgos y si no, solo por el placer de disfrutar del color de este magnífico otoño, merece la pena el paseo.
     Os lo recomiendo. Seguro que encontráis más señales.


Actualización del 21 de noviembre de 2017

Foto realizada el octubre pasado. En ella se ve con claridad la configuración del muelle. Los espigones siguen con el mismo trazado que en el siglo pasado. También se ven las dos playas y los pantalanes en el interior del actual puerto deportivo.