jueves, 22 de septiembre de 2016

Edificio modernista en Corrida 35

 Este tramo de la calle Corrida, entre las calles Langreo y Munuza, reúne varias construcciones de principios del siglo XX. 
 Una de ellas, la número 35 que ha sido rehabilitada recientemente, no pasa en absoluto desapercibida. La claridad de su fachada modernista llama la atención pero hay que pararse delante para poder apreciar los detalles.
  Se construye en 1903 con proyecto del arquitecto Mariano Marín Magallón y su promotor es Pedro Alonso.
  
Corrida 35
   Utiliza líneas curvas en prácticamente todos los huecos, con óculos en las buhardillas y cristales redondos, modificados respecto a los originales, en el mirador superior. 

 








  Los adornos florales a los lados de los óculos cambian las formas. 
  
Bajo la cornisa aparecen dibujos sobre azulejos .

  Cada planta tiene un diseño propio en la ornamentación de la fachada, ventanas, miradores y balcones. 


   
    Los forjados de los balcones son una preciosidad y la balconada del primer piso en forma de balaustrada constituye un elemento muy vistoso. 

Verjas laterales conectando
la balaustrada con el muro
Balaustrada del primer piso que recorre todo el edificio

Balcón con dibujo modernista del segundo piso

Balcón del tercer piso
Balcón de buhardilla
    Las características de la arquitectura modernista se pueden ver en las formas onduladas y de líneas curvas.  

Cuerpo lateral con cada planta
distinta
   También en la combinación de materiales diversos como la madera, piedra, azulejo, hierro y cristal. 

   En todos ellos hay ornamentación, sobre todo, de elementos vegetales, flores, hojas y ramas.

Remate con las iniciales del promotor, Pedro
Alonso, en azulejo verde, malva y blanco


A la izquierda del número 35  hay otro edificio modernista y a la derecha uno con una fachada clásica de Gijón rehabilitada hace pocos años

Puerta con enrejado modernista.
Relieves florales alrededor del 53 

que era su antiguo número





   

 Esta calle es un lugar apetecible para pasear cuando hay poca gente, donde se pueden admirar varios edificios singulares. 

   Al ser además zona peatonal con árboles y bancos, alguno situado frente a estas casas, se convierte en un lugar perfecto para acomodarse y mirar cada detalle con el detenimiento que se merece. 


     Seguramente muchas personas recuerdan que en el bajo de esta casa estuvo el comercio de tejidos Fruela. Y anteriormente, según Patricio Adúriz, la Sala Cristamol que era una exposición que tenía esta cristalería.  







6 comentarios:

  1. Que digo que ME GUSTA MUCHO TU BLOG ¡!!!

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  2. ¡Pues no sabes cuanto me alegro!. Muchas gracias por tus visitas, Susana. Besos.

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  3. Gracias por la información. Únicamente una pequeña corrección los relieves florares están alrededor del número 53 (esa era el número cuando en 1903 se construyó el edificio). Tengo la enorme suerte de vivir en ese edificio.

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    1. Ya está corregido Víctor, gracias por la observación. Y enhorabuena por vivir en una casa tan preciosa.

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