viernes, 26 de agosto de 2016

La Escuela de Comercio

   En 1915 se inaugura el edificio de la Escuela Superior de Comercio, obra del arquitecto Manuel del Busto. Fue la primera de España que dispone de un edificio propio.  
    
    En 1899 se había creado la Escuela Elemental en la planta baja del Instituto Jovellanos, aunque los estudios de Comercio se impartían desde 1866 en la Cátedra de Comercio del mismo centro. Se cumplía así el deseo de Gaspar Melchor de Jovellanos de que el Instituto contase con los estudios necesarios para el desarrollo económico de Asturias, entre los que estaban los mercantiles. 

Escuela de Comercio. Esta foto está tomada cuando aún era Escuela Universitaria de Empresariales de la Universidad de Oviedo
   Se construyó dentro de la huerta del Instituto que ocupaba toda su parte posterior y que llegaba casi al paseo de Begoña. Años después se abriría frente a ella, la actual calle Francisco Tomás y Valiente que une la de Begoña con La Merced.

Calle Begoña donde estaba la
entrada original






   Inicialmente la entrada principal estaba en la calle Begoña y la fachada lateral que daba al Instituto estaba toda cubierta por amplios ventanales. En 1957 se modificaba esta fachada y se abría una puerta bajo la gran vidriera que hoy conocemos.  


Entrada abierta en 1957 por la calle F. Tomás y Valiente
     Todo el edificio fue construido con estructura metálica, una novedad en aquella época, que permitió la descarga de los muros, la existencia de muchos ventanales y la creación de grandes espacios diáfanos. Quien conoció esta escuela sabe del tamaño y altura de sus aulas. 

Vestíbulo y vidriera en la primera planta 


 


  Como en tantos otros edificios, una vez dentro, debe ser observado despacio. Las cerámicas de los zócalos, las cornisas sobre las puertas de madera, los cristales con diseños variados en ventanas y puertas, las grandes columnas y capiteles del vestíbulo, las molduras de los techos y sobre todo, la amplitud y claridad del interior.  

           
  El exterior es muy sobrio. Combina  el  azulejo  blanco  y  la piedra  con  los  numerosos huecos de  madera y cristal de las ventanas. Tiene muy poca decoración, algunos detalles vegetales en la piedra. Es una construcción muy original, entre otras cosas, por la forma en que se articulan entre sí todas las ventanas.
     Pero este edificio tiene otro detalle muy curioso, la fachada orientada al patio tiene la zona central curvada que sale al exterior sobre una terraza con barandilla.

Parte del vestíbulo que se curva hacia el patio

Este edificio funcionó como centro docente durante casi 100 años. Albergó los estudios de Comercio con sus niveles de Peritaje y Profesorado Mercantil hasta que se  integró  en  la Universidad de Oviedo como Escuela Universitaria con Empresariales y otras carreras. 
     
    En 2011  pasa  a  ser propiedad del Ayuntamiento de Gijón y desde 2014 permanece   cerrado  debido a la rehabilitación integral que se lleva a cabo. 

   Estas fotografías fueron hechas pocos días antes del traslado de Empresariales a la Universidad Laboral. Cuando entré a visitarla por última vez sabía que otro poco del Gijón que me gusta desaparecería para siempre.    


    Ediciones de la Universidad de Oviedo publicó en 2005 "Un edificio, una escuela" de varios autores. Un recorrido por la historia de La Escuela de Comercio muy interesante y con gran cantidad de fotografías de todas las épocas.  


   

2 comentarios:

  1. Hoy le enseñé esta entrada a mi madre que con sus 88 años se emocionó al ver su lugar de estudio. Con una rehabilitación de mantenimiento ya habría sido suficiente... Gracias, Gres. ¡Adelante!.

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  2. Me alegro que le haya gustado. A mi me encanta este edificio, como todos los de Busto. Por fuera está quedando genial. Por dentro... veremos.

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