lunes, 25 de julio de 2016

Iniciales de fachadas. Segundo grupo

  Una de las entradas anteriores, la del 3 de junio concretamente,  se refiere a las iniciales colocadas en lugares principales de los edificios y que identifican a los propietarios de los mismos.

  Desde entonces he ido acumulado unas cuantas más. Algunas no resultan tan decorativas pero son igual de interesantes. Bien por sus letras peculiares, por estar talladas en las puertas o bien porque pasan absolutamente inadvertidas, lo cierto es que todas merecen un poco de atención. 

   Las primeras corresponden al edificio en el que tantos años estuvo la confitería Alonso. Es un edificio de 1935 en el que las letras por la pérdida de color y la altura a la que están, casi ni se ven. Hay que mirar hacia arriba y buscarlas.  


Menéndez Valdés 1. Construido para Pedro Suárez Montesnava


 

 Foto retocada con una línea alrededor de cada letra. La anchura de las iniciales se ve muy diferente cogidas desde abajo o desde el frente


Plaza del Seis de Agosto, 5. Edificio de 1931 construido 
por Manuel del Busto para los Hermanos Álvarez

Felipe Menéndez 8
Puertas del edificio de la Mutua Asturiana de Accidentes


Calle San Bernardo 89. Casas de Lucas Villa. 1903 
Es el último edificio de la calle. Se rehabilitó hacia 1997 


Las mismas puertas antes de la rehabilitación




Calle Covadonga 24.  Este edificio de Marín Magallón 
  hace esquina con San Bernardo y se construyó para 
                         Dionisio Cifuentes. 1897


      El siguiente edificio da a tres calles, Libertad, Langreo y Corrida. La letras están dentro de unas hornacinas que parecen ventanas y situadas en los dos extremos de cada una de las tres fachadas. Hay 6 piezas como esta.

Calle Langreo 2. Construido para Eduardo Martínez
Marina en 1905



  Iniciales del Hotel Asturias en el lateral orientado a la subida al Cerro de Santa Catalina. Plaza Mayor, 11. Fotografía hecha desde la cuesta del Club de Regatas.   


    Iniciales de Manuel Fernández para quien Manuel del Busto proyectó en 1931 este precioso edificio. Calle Los Moros esquina con Munuza. Protegido por una malla de seguridad deja ver muy poco de su arquitectura, pero merece la pena pararse en la plazoleta de enfrente y dedicarse a mirarlo. Cuando se derrumbó la casa de al lado quedó totalmente aislado al principio de la calle. 

Calle Libertad 26. Edificio de 1941 de Manuel del Busto 
para Francisco López. Las letras son así de simples.  

Calle San Bernardo  53. Edificio modernista
construido para
 el médico Ricardo Cid. 1903 






   Edificio modernista en Corrida 35. 
   Con proyecto de Mariano Marín Magallón para Pedro Alonso. Año 1903








   Parte superior de la puerta de cerrajería de San Bernardo 45, en la esquina con Menéndez Valdés. Frente al Parchís. 
   Es de 1898, aunque en 1926 se añadió un tercer piso.
   Ignoro a quién corresponden las iniciales de la puerta. 






  

Calle San Bernardo 15. Edificio donde estuvo muchos años la locería Relancio.
Se proyectó para Froilán Miranda en 1896  




    

lunes, 18 de julio de 2016

Escuela de Hostelería

    La actual Escuela de Hostelería fue anteriormente cuartel de la Policía Nacional, pero lo que mucha gente ignora es que esta construcción con trazas mudéjares, fue primero convento de las Madres Reparadoras.

    Cuando a comienzos del siglo XX el Paseo de Begoña  era un espacio social y de ocio, este solar estaba ocupado por el pabellón del Casino, obra de Manuel del Busto y Miguel García de la Cruz . 

Escuela de Hostelería. Antiguo convento de las Madres reparadoras
   Sólo 6 o 7 años después, en 1911, García de la Cruz convierte este  lugar en convento para las Madres Reparadoras. Desconozco el tiempo que estuvo ocupado por esta orden asistencial pero todo parece indicar que no demasiado. En la década de los 30 ya se utilizaba como cuartel de policía.

Detalle de la fachada donde se ve cómo era su estructura original. 
    Es la combinación de ladrillo visto y piedra lo que nos recuerda el arte mudéjar. También el remate en forma de almenas nos lleva a antiguos conventos-fortaleza.  

Ventana del piso inferior
Puerta lateral


   En la rehabilitación para convertirlo en Escuela de Hostelería se conservó sólo la fachada. Se volvió a diseñar el edificio con un patio central alrededor del que se organiza toda la enseñanza y práctica profesional. También fue necesario unirlo al edificio colindante.   


Edificio que junto al antiguo convento 
forma la Escuela de Hostelería
   
   Dicho edificio tiene la fachada clásica de mirador central y balcones a los lados. El recrecido a partir de la cornisa del tercero es posterior y la planta acristalada se hizo para la Escuela de Hostelería. 




Detalle de las almenas
                                                            
Arcos de acceso en la primera planta
Puerta interior principal del edificio

   Lo mejor para conocer la Escuela de Hostelería es reservar mesa el día que el comedor se abre al público. Excelente comida y servicio de futuros profesionales y, con suerte, mesa en el espléndido patio central.   






       
   El patio central de forma octogonal tiene corredores que se comunican con otras dependencias a través de arcos de medio punto. 
   Son muy originales los balcones transparentes formados por semicírculos bordeados por metal entre las columnas y que, junto con la cúpula acristalada, proporcionan gran cantidad de luz al interior.

    El paseo de Begoña cumplió su cometido durante más de un siglo. Aun hoy en días soleados resulta acogedor con sus bancos, árboles, jardines y sombras. Este rincón del antiguo convento me atrae por su sobriedad y su suave tono naranja. 


  
Si te ha gustado esta entrada puedes dejar un comentario en la barra que aparece a continuación haciendo clic en comentarios. Se publicará al día siguiente. 
Vuestras opiniones, observaciones, sugerencias.... siempre son bienvenidas.

     

miércoles, 13 de julio de 2016

Plazuela de San Miguel

    La ciudad de Gijón estuvo cercada por una muralla con forma de estrella entre 1837 y 1868. Uno de sus brazos lo formaban las calles de La Muralla y Covadonga y su vértice era la actual Plazuela.

Calle Covadonga en su unión con la Plaza de San Miguel
      La necesidad de expansión de la ciudad precipitó el derribo de la muralla, pasando los terrenos liberados a propiedad municipal. A partir de entonces Gijón fue avanzando en todas direcciones. El desarrollo urbano hacia los arenales de San Lorenzo se conoce como el Ensanche. 
La Plaza de San Miguel o Plazuela ocupó uno de los vértices de la muralla
    Al comienzo del Ensanche se construyó una plaza ovalada cuyo eje serían las calles Menéndez Valdés y su prolongación Uría
   A la izquierda de este eje se abrieron tres calles, Capua, Cura Sama y Ruiz Gómez, que conectan con la calle Marqués de Casa Valdés. Es ésta una calle cuyo trazado protege de los vientos del mar. 
  A la derecha del eje arrancan la calle Covadonga, Celestino Junquera y Santa Doradía, las dos últimas hacia la Carretera de la Costa. 

Eje central de la Plazuela en dirección a la calle Menéndez Valdés
      Estas ocho calles distribuyen el movimiento urbano a todas las zonas del centro de la ciudad, por lo que es uno de los lugares de paso más populares de Gijón.









   Siempre la conocí con bancos dobles, de los que tienen los respaldos unidos,  situados a los lados del paseo central. Estos bancos acogieron durante años pandillas enteras  que tenían la plazuela como lugar de encuentro. 

   



      En verano las hileras de tilos se unen en el centro y forman un túnel de sombra.  También los cuatro jardines cuentan con un arbolado alto y frondoso. 
   Dispone de un quiosco que hoy ocupa un pequeño bar bien aprovechado y rehabilitado con buen gusto. Un lugar perfecto para sentarse tranquilamente un rato porque desde esta plaza hay  mucho que ver. 
Antiguo quiosco rehabilitado
                                                                                                     
Estatua de Evaristo San Miguel 



  

  Se le dio el nombre del General Evaristo Fernández San Miguel (Gijón 1785 - Madrid 1862), un militar y político liberal que, entre otros cargos, ostentó el de Ministro de Marina y el de Presidente de las Cortes Constituyentes de 1854. 
  
  

  
 La estatua del General Evaristo San Miguel está situada frente a la calle Celestino Junquera, sobre un pequeño jardín algo elevado que presenta desde hace años un aspecto desangelado y sucio que nada tiene que ver con el resto de la plaza. No sé si es la altura del pedestal pero este señor pasa bastante desapercibido.




   

   Otra de las cosas que convierte la plazuela en un buen lugar para sentarse a mirar es la cantidad de edificios de finales del siglo XIX y primera parte del XX que la rodean.


Edificio neoclásico de la calle Menéndez Valdés 40 construido en 1893 por el Maestro de Obras Pedro Cabal

Edificio racionalista construido en el año 1935 por Manuel 
García Rodríguez y Joaquín Ortiz García

El antiguo Café San Miguel, hoy El Cafetón, en la calle Ruiz Gómez 1. Edificio de Manuel del Busto. Año 1903

Esta casa entre Uría y Ruiz Gómez desde hace años presenta un aspecto impecable.
Santa Doradía 1. En esta casa vivió el pintor Mariano Moré cuyos frescos costumbristas se pueden ver en la tienda de Mango en la calle Corrida. 
En este bajo estuvieron los Almacenes Soto, anteriormente Ciudad de Londres. La manzana a su izquierda tiene más casas reseñables. La que aparece en la foto es de Manuel del Busto de 1903
Edificios entre Celestino Junquera y Santa Doradía de 1930 y 1931. Proyectados por Manuel del Busto y Juan Manuel del Busto 
   Las fotos desde la altura están hechas desde la casa de mi amiga Charín,  a quien agradezco que me cediera su terraza. También doy las gracias a María Elena porque desde la suya hice varias de la calle Covadonga. Y también gracias a Javier que me indicó una reliquia del pasado conservada en el 2º piso de los Almacenes Soto, una copa del antiguo remate en la fachada de la calle Covadonga.  


Remate de Almacenes Soto
Plazuela sin bancos y con el
quiosco en construcción (ignoro el autor)


Actualización de diciembre de 2018

  Me preguntáis en los comentarios algo sobre la contribución del filántropo Laureano Suárez Pérez y a la financiación de la misma. 

        Tras algunas indagaciones me dirigí al Cementerio Civil a visitar su tumba. Un monumento funerario procedente de la Marmolería Gargallo catalogado por su valor artístico.                                                                                                                          En el mismo cementerio civil se encuentra la exposición El Fin de las Horas de la Asociación Trece Rosas. Hay en ella un panel dedicado a Laureano Suárez (1839-1915), filántropo y librepensador, relacionado con la Masonería que participó en la creación de la Escuela Neutra Graduada.                                                                                            El texto sobre él dice. "..... un filántropo gijonés que diseñó, construyó y decoró las luminarias provistas de potentes focos eléctricos situadas en la Plazuela de San Miguel".                                                                                         Se aportan otros datos biográficos, entre los que destaca la crónica del periódico El Noroeste sobre la manifestación popular de duelo durante su entierro. 
                  Este es el enlace a la página de la Asociación Trece Rosas y su exposición

         Para amantes de nuestra historia local es una visita muy recomendable. Hay varios personajes ilustres, hombres y mujeres, que no han obtenido el reconocimiento que se merecen a pesar de haber contribuido a la mejora de la ciudad con sus obras y sus conocimientos.  

En el diseño del cementerio civil se ve la intervención del arquitecto Miguel García de la Cruz.   



Si te ha gustado esta entrada puedes dejar un comentario en la barra que aparece a continuación haciendo clic en comentarios. Se publicará al día siguiente. 

Vuestras opiniones, observaciones, sugerencias.... siempre son bienvenidas.

domingo, 3 de julio de 2016

Universidad Laboral

   A 4 kilómetros de Gijón se encuentra la Universidad Laboral, un monumental complejo educativo construido entre 1948 y 1957. La idea inicial fue hacer un orfanato minero en una época en que Asturias tenía casi 52.000 trabajadores en las minas y los frecuentes accidentes laborales dejaban muchas familias desprotegidas. Finalmente se destinó a Universidad Laboral y empezó su labor docente en 1957 pese a no estar terminada. 

Vista posterior desde la antigua granja, hoy sede de la UNED
   La obra la concibe el arquitecto Luis Moya Blanco como una ciudad con edificios alrededor de la plaza mayor. Así se construyen en torno al gran patio central el bloque de aulas, el del internado y comedores, la iglesia, los talleres, el teatro, el convento de las clarisas, encargadas de las cocinas, lavandería y enfermería, la residencia de los jesuitas, encargados del internado, la gestión y la docencia, y las instalaciones deportivas que rodean los edificios. También contaba con dos granjas agropecuarias. Una al lado de los campos de futbol y otra en la Llorea. La explotación de ambas debería haber abastecido el centro y proporcionado recursos económicos para su mantenimiento.

Patio central con el teatro a la derecha y la iglesia y la torre al fondo

      Llegó a albergar a unos 1000 alumnos, hijos de trabajadores manuales, en régimen de internado procedentes de Asturias y otras provincias. Cursaban estudios de capacitación técnica, de grado medio y superior, sobre todo de fabricación mecánica. Perteneció al ministerio de Trabajo hasta que en 1979 pasa al de Educación convirtiéndose en centro de enseñanza media y de formación profesional. Actualmente lo ocupan Centros Universitarios, Conservatorio de Música, Centro de Arte Dramático, Centros de F.P. y otros organismos. 


Uno de los patios interiores en que se aprecia la originalidad de la estructura 
   En la Universidad Laboral destacan sus dimensiones, los 117 metros de su torre, el tamaño de su patio interior de 150x50 metros, sus grandes huecos y amplios pasillos, el teatro con magnífica acústica, la iglesia con su enorme cúpula elíptica, los materiales de construcción que fueron obra de canteros, y, sobre todo, su inmensidad con una distribución de patios interiores que recuerda a El Escorial. 


Galería de columnas corintias en un lateral
de la iglesia


Vista de las cubiertas de la entrada a la
zona de talleres 




 Toda ella está construida con piedra y mampostería y trabajada por canteros gallegos. Predomina el estilo clásico en exteriores y formas originales e innovadoras en el interior. 










Pasillos de aulas

Convento y huerto de las clarisas, hoy Televisión autonómica, con campos de futbol
 y la UNED al fondo. Vista desde la torre 

Torre de 117 metros con dos terrazas



                    Detalles de los pasillos, escaleras y aprovechamiento de la luz natural


Cúpula elíptica de la iglesia con ejes de 38 y 24 mts. 


Entrada al Centro Integrado de Formación Profesional 




  La Universidad Laboral ofrece desde cualquier ángulo una vista diferente. Los recorridos alrededor del edificio principal, por los talleres,  la antigua granja (UNED), o los campos de deportes, siempre resultan un paseo interesante. 






Jardines entre el edificio principal y la zona de deportes. Estas zonas ajardinadas y los espacios y patios de alrededor mantienen la configuración original

Pasillo con dos alturas en el Centro de F.P. 

Remate de barandilla


Una de las muchas escaleras en curva y ventanas
circulares



   Aunque los años de abandono institucional  de la Universidad Laboral hayan hecho necesaria una reforma importante, basta con fijarse un poco para comprobar la solidez de sus estructuras y materiales. Fue hecha para durar y lo ha conseguido.

Entrada principal por el atrio corintio. La cubierta acristalada se colocó en la reforma 
Cartel informativo situado en el paso hacia la cafetería junto al estanque. 

Vista de la fachada oeste desde Somió. Como fondo la parroquia de Cabueñes
  Cada vez que voy a la Universidad descubro algo diferente. Siempre encuentro zonas vacías, silenciosas, rodeadas de naturaleza, espacios donde la vista se aleja y rincones desconocidos. En verano las cafeterías, restaurante y terraza están abiertas y si se elige bien la hora el lugar es muy especial.   
  No puede faltar una vuelta alrededor del patio central mirando todo lo que nos rodea, ventanas, balcones, fachadas, torres, cerámicas, puertas, estatuas, hornacinas, patios y demás elementos que el impecable trabajo del arquitecto Luis Moya Blanco nos dejó.   
   
  También es muy recomendable la subida a la torre. Proporciona una perfecta visión del conjunto y se disfruta de un panorama único.    
  Es un lugar que me gusta mucho y siempre que estoy con gente de fuera aprovecho para mostrarlo. Nunca decepciona y siempre asombra. Hay muchísimo para mirar. 

Si te ha gustado esta entrada puedes dejar un comentario en la barra que aparece a continuación haciendo clic en comentarios. Se publicará al día siguiente. 
       Vuestras opiniones, observaciones, sugerencias.... siempre son bienvenidas.